Esta semana circuló una entrevista con Geddy Lee en Rolling Stone, enfatizando el hecho de que no hay planes para que Rush lance un nuevo disco o haga una nueva gira.

Pero no es lo único que dijo, la entrevista estuvo plagada de datos muy interesantes acerca del disco Hemispheres (1978), que este año cumplirá cuatro décadas por lo que será reeditado.

Aquí unos extractos que pudimos destacar de la entrevista que Ryan Reed le hizo a Geddy Lee, a propósito de esta reedición.

 

Sobre el proceso compositivo del disco Hemispheres:

Cuando empezamos a escribir, todo apuntaba a que sería un disco conceptual y se hizo más evidente que el aspecto musical iba ser algo complejo. Ese fue nuestro error: no es que nos faltaran ideas, sino que las ideas que teníamos eran más ambiciosas de lo que habíamos pensado.

 

Sobre lo difícil que fue grabar La Villa Strangiato:

Queríamos grabar la canción en una simple toma perfecta. Lo intentamos por días pero al final tuvimos que dar marcha atrás. La grabamos en cuatro partes y luego las juntamos. Creo que nos tardamos como 11 días en esa canción. Recuerdo cómo solía platicar en aquel entonces que grabar La Villa Strangiato nos tomó más tiempo que grabar todo el disco Fly by night.

 

Sobre la letra de La Villa Strangiato, que estaba inspirada en una pesadilla de Alex Lifeson:

Cuando hacíamos ese disco, nos despertábamos tan tarde en la noche que no podíamos levantarnos temprano […] Alex siempre amanecía diciéndonos: ‘¡no creerán lo que soñé!’ y Neil y yo poníamos cara de: ‘ahí va otra vez’. Siempre nos lanzaba esas locas historias de que conducía un trasatlántico por las calles de Toronto […] el tipo de sueños que tenía Alex inspiró la letra de La Villa Strangiato, y siempre he pensado que el cerebro de Alex es la Villa Strangiato.

 

Sobre lo que es progresivo y cómo fue que hacer piezas cortas les resultaba más retador:

De alguna manera empezamos a sentir que nos estábamos autoplagiando, como cuando hicimos la overtura de Hemispheres. Empezábamos a caer en esos patrones al momento de escribir […] Empezó a ser muy sencillo, como si no estuviéramos siendo suficientemente originales […] La gente asocia el rock progresivo con música desafiante, y puede serlo; pero cuando empiezas a caer en hábitos y empiezas a desarrollar un método, empieza a ser muy fácil, eso no es progresivo […] en Circumstances fuimos capaces de hacer algo de una duración menor, eso nos desafiaba y era más emocionante, así que empezamos a dirigirnos en esa dirección.

 

Sobre por qué no le gustaba cantar Hemispheres:

No es porque fuera difícil tocarla en vivo, nunca le hemos huído a eso. Es que me costaba trabajo cantarla; escribimos todo sin tocarlo ni probar la voz […] Simplemente creímos que cuando grabáramos las canciones y la voz todo iba quedar bien; pero cuando tuve que grabar la voz, que fue semanas después en Londres en Admission Estudios, me di cuenta que habíamos escrito todo el disco en una tonalidad muy extraña para mí. Así que fue muy difícil de cantar. No es que fuera difícil cantar y tocar, eso se arregla practicando, sino que cantar en ese rango, incluso para una voz aguda como la mía, era un reto […] Nunca se me ocurrió cambiarla de tonalidad, habría sido una derrota muy grande […] Nunca hicimos demos por aquellos días, simplemente escribíamos y lo grabábamos. Si hubiéramos hecho un demo, nos habríamos dado cuenta.

 

Sobre la importancia de contar con otra opinión al momento de componer:

Íbamos con Terry (Brown, su productor por muchos años) y le decíamos: ‘esto es lo que tenemos por ahora, ¿qué tal te suena?’. Y nos daba sugerencias: ‘esto dura mucho, esta parte podría ser más compleja’ o ‘tienes esta parte en siete, tal vez no debería estar en siete’. […] Necesitas a ese tipo en el que confías tras la consola y que te diga: ‘esto no funciona, ¿por qué no intentas algo diferente?’. […] Muchos no lo requieren […] pero no importa lo que haga, me gusta trabajar con un productor por esa razón.