Corvus Noctis es una banda que hace tiempo se hacía llamar: Cámara Obscura. Bajo ese nombre la agrupación lanzó dos discos: Ángel o demonio (2006) y Hechizo (2010). Después de siete años, la agrupación lanza: Tenebrarum (2017), una obra que reúne piezas de los dos redondos previamente mencionados y otros temas inéditos.
Su estilo es un Heavy Metal directo, no como el de las agrupaciones actuales que buscan revivir el sonido clásico sino aquel Heavy sencillo que con una guitarra y un bajo construyen una base para que la línea de voz sea quien dibuje las melodías.
Su gran cualidad es que se entiende lo que cantan. Esto en parte gracias a la buena mezcla de las grabaciones pero también a la voz de Raven Mocker; es muy franco con su voz, no busca timbres inalcanzables ni tampoco se arrastra en el lodo del carraspeo, hace uso de sus propios recursos.
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Las canciones apuestan por una efectiva sencillez donde esa simplicidad deja de ser un defecto y pasar a ser una cualidad por lo natural que suenan las piezas. Su música recuerda mucho a la de Alebrije, una banda de culto originaria de San Luis Potosí pero que sonó en Chicago, Illinois, sólo que un tanto más pausada.
Sus letras giran constantemente alrededor del amor, el deseo y la magia; pero, al igual que su música, esto en lugar de ser una limitación temática se transforma en la identidad de Corvus Noctis; además por la forma de cantar de Raven Mocker este tipo de canciones quedan como anillo al dedo para refrendar su estilo.
Ojalá que Tenebrarum marque el nuevo inicio de esta gran banda. Su música dista de ser aburrida y tiene todo para enganchar a una amplia audiencia que no solamente escucha Heavy. Falta que se pongan a tocar y se les vea en los escenarios.