DOOMSDAY es una banda mexicana de culto total. Nació a mediados de la década del noventa en León, Guanajuato y debutó hasta 2003 con su primer larga duración titulado: La muerte del rey Arturo.
A ese álbum le siguieron otros dos lanzamientos: Ante las ruinas de una utopía (2007) y Superstition (2010), además de un relanzamiento de Ante las ruinas de una utopía 2.0 en 2019.
Esta discografía brilla con una luz muy especial pues se trató de un trabajo artesanal, de prueba y error, forjado de manera autodidacta en sesiones nocturnas.
El año pasado la agrupación encendió las alarmas con el lanzamiento de su sencillo: El Cantil de las Águilas (2020), lo que hizo suponer que se avecinaba un nuevo álbum y afortunadamente así ocurrió.
A inicios de julio DOOMSDAY presentó su cuarto larga duración titulado Leyendas (2021), una opus con ocho temas basados en diferentes relatos folclóricos tanto de México como de otras partes del mundo.
Ante dicho acontecimiento decidimos contactar a Omar Jacobo, mente maestra y alma viva de DOOMSDAY, además de uno de los personajes más interesantes de la escena mexicana.
Con un carácter agradable, festivo y sencillo nos respondió las siguientes preguntas acerca no sólo de Leyendas, sino de la historia de DOOMSDAY en general.
Conoce más de DOOMSDAY en
DOOMSDAY – Leyendas
- El callejón del beso
- Llorona (La llorona p. 1)
- La condesa
- El último viaje de Biggus Dickus e Incontinentia Buttocks
- Gracias por los juguetes
- Día de muertos (La llorona p.2)
- Gozu; cabeza de vaca
- Donde haya agua ahí estarás (La llorona p.3)
Alineación de DOOMSDAY
- Omar Jacobo – Guitarra, bajo, teclado, duduk, coros
- Daniel Jacobo – Batería
- Juan El Gato Ramírez – Voz
Entrevista con Omar Jacobo de DOOMSDAY sobre su álbum Leyendas
HeavyRiff (HR): ¿Cómo recuerdas la escena de aquel entonces en que salió La muerte del rey Arturo, cuando el internet era una ficción, te genera nostalgia o prefieres la actualidad?
Omar Jacobo (OJ): Bueno ya había Internet, aunque todavía se vendían discos y eso es lo que más extraña mi bolsillo. Aparte de eso, prefiero cómo son las cosas ahora; se puede llegar a más gente muy rápido, sin intermediarios ni demás gente que te esté robando.
HR: ¿Recuerdas el momento en que surgió la primera chispa de crear DOOMSDAY, cómo fue?
OJ: Tenía un poco de experiencia pues había grabado algunas cosas con otras personas, y mis amigos siempre me estaban chingando con que debería de grabar algo, así que lo hice. Solo éramos una interfaz, una guitarra, un teclado, una cantante y yo.
La chispa que terminó animándome fue cuando le escribí a William Tsamis, guitarrista de WARLORD, a quien yo admiraba mucho, y que recién había grabado un proyecto con Vidonne Sayre-Riemenschneider. Mantuvimos comunicación por un tiempo y me contó cómo grabó todo su proyecto igual que como terminé haciéndolo yo. Fue una gran inspiración en lo musical también.
HR: ¿Cuándo y cómo fue que tomaste la decisión de sacar adelante el proyecto por ti mismo, sin buscar otros miembros de tiempo completo?
OJ: Nunca he querido que sea así. De ser por mí, haría lo menos posible porque ser huevón es mi naturaleza; sólo que, por alguna razón, la gente que está conmigo no puede o no quiere grabar. No los culpo, no es para todos. Es como cuando estás en la escuela y te va muy bien, pero cuando llega la hora de hacer un examen la cagas y repruebas.
HR: ¿Cómo fue que aprendiste a tocar tantos instrumentos; fue más por necesidad?
OJ: Exacto, por necesidad. Por ejemplo, me obsesioné por un tiempo con el sonido del duduk (n. del r.: es un instrumento de viento de Armenia), tiene un sonido mágico, melancólico, antiguo, triste y misterioso y jamás iba a encontrar a alguien en mi colonia que supiera tocarlo, así compré uno en Amazon y estuve un tiempo tocándolo hasta que pude dar algunas notas de manera decente. Terminé usándolo en «Gracias por los juguetes» y quedé muy contento con el resultado. Seguro lo usaré para algo en el futuro.
HR: En 2019 lanzaste una versión remasterizada de Ante las ruinas de una utopía, ¿qué te motivó a dar ese paso?
OJ: En el caso de «Ante las ruinas de una utopía 2.0» fue porque siempre pensé que las tomas que había hecho con el cantante en mi casa eran mejores que las que grabamos en un estudio poco después para sustituirlas. Un día encontré las grabaciones originales, las escuché y decidí mezclarlas y masterizarlo para subirlas a las plataformas digitales.
Esa sesión de grabación en mi casa fue una gran experiencia; duró toda la noche; 12 horas ininterrumpidas grabando la voz.
Hay algunas variaciones en algunos instrumentos; me parece que hay un solo que no estaba en «La ira de Ra» y varios detalles. Creo que esa versión es un mejor disco que el que se publicó en físico.
HR: ¿Por qué no hiciste lo mismo con La muerte del rey Arturo?
OJ: Nada me gustaría más, pero desgraciadamente los archivos originales se perdieron. Lo que sí hice fue remasterizarlo y agregar una canción en la que trabajé poco después de grabar ese álbum y que luego almacené y olvidé. Se llama «Sombras» y está como bonus track en la versión que está en las plataformas digitales.
HR: Tu tercer álbum, Superstition, salió en inglés, ¿qué te motivó a hacer ese cambio de idioma y por qué no volviste a escribir en inglés desde entonces?
OJ: Fue un experimento. Hay un track llamado «The spirit and soul are confused» que es una composición de Johann Sebastian Bach y es lo más difícil que he hecho. Fue grabado en un órgano de tubos de una iglesia al que no le funcionaban todas las teclas, así que tuve que tocar las notas en otra tecla y después modificar esas notas en postproducción. Por cierto, esa es la canción de DOOMSDAY menos escuchada…
No volví a escribir en inglés porque no gustó. Verás: ahora, gracias a las estadísticas de las plataformas digitales, podemos saber qué es lo que más escucha la gente y ese disco siempre ha estado hasta abajo. Es una lástima porque no creo que sea malo.
HR: ¿En dónde grabaron las canciones que se escuchan en Live ’13; no hay más grabaciones de aquella velada?
OJ: Esas canciones se grabaron en La Cadena del Rock en León. En total deben ser como 8 canciones y se quedaron por ahí enlatadas.
HR: ¿Cómo conociste a Juan Ramírez y a qué se debió el cambio de Pato Medina en la voz?
OJ: Juan Ramírez era una celebridad local y muchas personas me hablaban de él. Un día, en el 2012, lo fui a ver y quedé gratamente sorprendido. Lo invité (o lo invitó Enrique Eskeda, tecladista) a tocar para un evento y desde entonces sigue aquí. Miguel Hernández entró a tocar el bajo en 2015. Todavía hay quien les dice «los nuevos» pero tienen más tiempo tocando en DOOMSDAY que lo que duran la mayoría de las bandas en estos días.
Patricio tenía otras bandas y no vive en León como el resto de nosotros, cada vez era más complicado juntarnos y por eso se tomó la decisión.
HR: ¿Cuánto ha cambiado tu forma de trabajar (grabar, mezclar, masterizar) desde La muerte del rey Arturo hasta hoy en día?
OJ: Bastante, he aprendido mucho de tanto cagarla. Además, ahora el que no aprende a hacer algo es porque no quiere; hay miles de maestros gratis de lo que quieras en Internet.
Cuando pienso en cómo grabé «La muerte del rey Arturo» me da nostalgia pues no tenía absolutamente nada. Tal vez no me animaría a grabar algo con tan pocos recursos si tuviera que hacerlo ahora.
En el proceso de capturar los instrumentos es en lo que ya tardo mucho menos, eso sí, en la postproducción sí me tardo meses con cada canción. Cambio de todo, efectos, ecualizaciones… hasta que estoy contento al 100%.
Antes dejaba de trabajar en algo cuando sentía que ya no podía más, no tanto porque ya estuviera listo. Ahora es diferente.
HR: ¿En qué aspectos consideras que Leyendas muestra la evolución en el sonido de DOOMSDAY?
OJ: No lo había pensado, pero creo que ahora estoy más enfocado en la canción como un todo; en la canción como un vehículo para contar algo sin tanto rodeo.
HR: ¿Cuándo empezaste a trabajar en Leyendas; usaste tu tiempo libre o te abriste un espacio para dedicarte de lleno al álbum?
OJ: Siempre trabajo en la música de noche. Por desgracia no me es posible de día, simplemente no me concentro.
Siempre que grabo un disco termino más viejo, más gordo y más enfermo porque son periodos largos de tiempo; de hasta 6 meses o más donde solo duermo 2 o 3 horas. Es difícil y cansado, una verdadera tortura y lo amo.
HR: Leí que La condesa data de tus días estudiantiles, ¿aplica lo mismo para el resto de piezas que componen Leyendas o éstas fueron concebidas recientemente?
OJ: Todas las demás canciones son nuevas, solo una parte de “Gracias por los juguetes” es de un demo del 2008, me parece.
HR: ¿Leyendas está disponible únicamente en formato digital o tendrá versión física?
OJ: Sólo digital. Por ahí hay alguien que me está proponiendo algo con respecto a sacarlo físico. Pero si tengo que poner un peso no le voy a entrar. No le veo caso.
HR: Me asombra el hecho de que DOOMSDAY lleve más de 25 años haciendo música, ¿cuál es la principal motivación de seguir haciéndolo?
OJ: Aquí seguimos desde 1994 en el rock. No puedo expresar cuál es mi motivación, siempre todo lo relacionado con la música es un peso para mí porque tengo que dejar de hacer las cosas que me gustan y para lo que realmente nací que es jugar XBOX y ver películas.
Yo siempre buscaré pretextos para no tocar, realmente hemos salido a CDMX y otras ciudades porque los demás quieren hacerlo. Siempre que acabo un disco digo que va a ser el último y ya ves…
HR: ¿Hay planes de girar o tocar en vivo o cómo planean dar a conocer el álbum?
OJ: Sí. En estos días nos vamos a reunir para ensayar y planear eso. Si todo sale bien, vamos a agregar a otro guitarrista para poder tocar las armonías de «Leyendas» como se debe.
HR: Muchas gracias por el tiempo y felicidades por Leyendas, ojalá llegue a muchos escuchas. ¿Algunas palabras finales para los lectores?
OJ: Solo agradecerles por haber llegado hasta aquí y recordarles que pueden escuchar toda la música de DOOMSDAY en www.DOOMSDAY.com.mx
Les mando un gran saludo y ojalá que pronto podamos conocernos sin cubrebocas.
Escucha completo LEYENDAS de DOOMSDAY
https://youtube.com/playlist?list=PLorgcyZciXRoAG0a5dwmG4J_mQ6KolU9L
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