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POWERWOLF – Latin American Crusade 2025 | Auditorio BB | Crónica

(5.0)
Esta entrada habla de: Conciertos metal alemán

POWERWOLF se presentó el miércoles 23 de abril en el Auditorio BB como parte del LATIN AMERICA CRUSADE 2025, marcando la primera vez que esta agrupación tocó en la capital del país.

Ya habían tocado antes en México, pero como fue en un festival y fue en Toluca, pues sólo fue un hecho anecdótico sin mayor trascendencia; así que esta fue la primera ocasión que la banda se presentó a toda plenitud en el país.

Sin estorbosos teloneros prolongando innecesariamente la velada, el concierto comenzó en punto de las 8 de la noche.

POWERWOLF: un escenario más austero

Para esta gira, la banda tuvo que hacer a un lado la enorme puesta en escena con la que llena estadios en Europa; no obstante, aunque austero, su escenario estuvo adornado por dos estandartes en ambos lados mostrando arte sacro licántropo (que casualmente no fue censurado como la exposición de Fabián Cháirez); una plataforma en la que se puso la batería del lado izquierdo y el teclado del lado derecho; y una enorme pantalla de led abarcando casi todo el ancho del escenario.

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Un escenario más austero que los usados en Europa, pero igual de impactante.

A diferencia de sus presentaciones multitudinarias, en esta ocasión no entró cada miembro uno por uno; simplemente aparecieron por debajo de la tarima al tiempo que todo el público explotó de emoción.

Los más vitoreados fueron ATTILA DORN (voz) y FALK MARÍA SCHEGEL (teclado); entre ellos dos se concentró toda la atención del público; fueron los que siempre interactuaron con la gente; Attila hablando y Falk saltando, alzando los brazos y motivando cánticos; incluso en un momento escaló una de las columnas del escenario.

Un detalle interesante es que Attila habló en español. Se notaba que tenía un pronter donde leía las frases, lo que el público agradeció con gritos y cánticos.

Attila Dorn (izquierda) y Falk Maria Schlegel (derecha) concentraron la atención del público.

La noche arrancó con “Bless ‘em With the Blade”, una poderosa pieza con la que inician su más reciente álbum WAKE UP THE WICKED (2024). La gente intentó cantar al unísono, pero muy pocos se sabían las canciones por lo que la gran mayoría terminó guashaguasheando. No era sino hasta que llegaban los puentes y los estribillos que todo el público gritaba al unísono las palabras correctas.

En la zona de pista se veían personas con maquillaje en el rostro; algunas damas acudieron con un velo que simulaba el de las monjas; otros fueron con máscaras de Bengala (qué triste que a nadie se le ocurrió ir con la del mismísimo Canis Lupus).

A diferencia de otros conciertos de la capital, en donde el público se la pasa quieto y sin moverse, en esta ocasión los saltos estuvieron al por mayor, en parte motivados por el binomio Attila/Falk y en parte generados por la misma emoción que se percibía entre los asistentes.

Fantasías lumpen de ayer y hoy presentan: el barbudo canoso contra el rubicundo caucásico

Un pequeño grupo de entre cinco y seis personas armaron su pequeño moshpit entre ellos; en particular un sujeto robusto, chaparro (de 1.50 m) con barba y cabello canoso, y una mirada perdida que evidenciaba los efectos de alguna sustancia o el exceso de alcohol en su sangre; él fue quien empujaba a diestra siniestra por todos lados.

De repente empujaron a una dama, quien se molestó y expresó su molestia con codazos. Aunque los ánimos se elevaron, afortunadamente el caballero que recibió los codazos no respondió y pudo seguir saltando y empujando entre sus condiscípulos sin mayor problema.

Lo interesante vino minutos más tarde.

Ya pasado el meridiano del concierto: un grupo de aproximadamente cinco personas empezaron a cargar a uno de los suyos por lo alto, como toda una Cleopatra.

Venían desde la parte de atrás de la pista, por lo que un caucásico rubicundo iba gritando de manera muy agresiva: “¡quítate, quítate!”, mientras empujaba a todo aquel que se encontraba en su camino para abrir paso para sus amigos.

La idea era llevar hasta la parte de adelante a la persona que cargaban, en una especie de crowd surfing, y aventarla por encima de la barricada.

Una vez realizado su cometido, el caucásico rubicundo gritó: “¡de regreso!”, y todo su séquito empezó a empujar de vuelta hasta la parte de atrás mientras daban gracias a la gente. ¿Gracias de qué? No sé.

Cinco minutos después lo volvieron a intentar. Esta vez, al llegar hasta la parte de adelante, no pudieron aventar a su bulto, que poco a poco comenzó a perder altura pues nadie quería cargarlo. Un sujeto con paliacate en la cabeza se compadeció del acto y decidió ayudarles: tomó al bulto de sus piernas y lo levantó, lo que le dio impulso para llegar al otro lado de la barricada.

La tercera vez lo intentaron pero no pudieron.

Para desgracia del caucásico rubicundo, mientras gritaba: “¡quítate, quítate!”, se topó con el robusto de barba y cabello canoso, quien no se movió ni un ápice; sólo volteó hacia atrás con cara de disgusto.

El caucásico rubicundo lo intentó empujar, pero no era tan robusto como el de barba y cabello canoso, quien incluso echó su cuerpo hacia atrás como intentando empujar con su espalda. Cuando el caucásico rubicundo nuevamente lo intentó hacer a un lado, los amigos del canoso saltaron en su auxilio. El séquito de Cleopatra no podía hacer nada porque iban cargando a un bulto más, entonces trataron de irlo pasando hacia adelante para que otras personas lo cargaran, pero nadie secundó su iniciativa.

La gente de seguridad tomó nota de lo que acontecía (porque esto sucedió a escaso metro y medio de la barricada), pero sólo se quedó viendo, esperando a que se iniciara la campal. Al final, el contingente de Cleopatra terminó bajando su bulto porque no pudieron seguir adelante. El caucásuco rubicundo aceptó su derrota de mala gana gritando: “¡pinche bola de putos!”, a toda la gente que se encontraba ahí.

Jamás regresaron.

POWERWOLF: una actuación perfecta

La actuación de la banda fue excelente. Aunque MATTHEW GREYWOLF fue el encargado de interpretar la mayoría de los solos y melodías, casi siempre se quedaba en su propio rincón;  su presencia escénica era devorada por CHARLES GREYWOLF, quien, a pesar de únicamente encargarse mayoritariamente de las guitarras rítmicas, sí se movía por todo el escenario y volteaba hacia un público que le respondía a cada uno de sus actos.

Mathew Greywolf haciendo el taping de Armatta Strigoi. | Foto: YouTube

ROEL VAN HELDEN (baterista) no tuvo mayor complicación; su batería sonaba implacable y, aunque fue el que menos interactuó con el público, la interpretación que dio de las piezas fue sublime; una perfecta calca de lo que ofrece en el estudio. Eso siempre será una enorme cualidad.

Tal vez FALK MARÍA SCHLEGEL fue el que más sufrió en cuanto a problemas de audio; sus dos teclados por momentos se perdían entre la distorsión de las guitarras y el sonido de la batería. Pero ese fue un detalle pequeño, pues claramente, aunque su instrumento posee un enorme protagonismo en la música de POWERWOLF, su rol como animador se devora por completo a su rol como tecladista.

De ATTILA DORN sólo se puede decir que, hoy en día, es uno de los frontman más importantes de la actual escena Power. Su técnica operística sonó a la perfección en cada una de las piezas que interpretó. Ya se le había notado un desgaste en la voz en algunos conciertos del año pasado, no llegando a los tonos o incluso desafinando; no obstante, se nota que aún posee la energía para seguir interpretando sus piezas.

Un dato importante: jamás necesitaron de un bajista. Eso es un acto de sinceridad musical.

POWERWOLF: una banda que cautiva con material nuevo y material clásico

Es muy raro acudir a un concierto en donde se pueda decir que faltaron muchísimas canciones, pero al mismo tiempo reconocer que ninguna pieza sobró.

El setlist ofrecido por la banda fue perfecto; incluso en las piezas no tan vertiginosas, como “Stossgebet” o “Alive or Undead”, se pudo percibir una emoción intensa, tanto por las lámparas de celular que iluminaron el escenario, como por la magistral interpretación de Attila.

POWERWOLF es una agrupación que desde el lejano año de 2009 ha lanzado increíbles trabajos de manera consecutiva sin bajar ni un ápice su asombroso poder compositivo, al grado que pueden tocar en vivo una selección variopinta de todas sus eras y los fanáticos quedarán complacidos. Muy pocas, pero en verdad, muy pocas bandas pueden hacer eso hoy en día.

De su más reciente álbum tocaron cuatro piezas: la ya mencionada “Bless ‘em With the Blade”, “Sinners of the Seven Seas”, “We Don’t Wanna Be No Saints” y “Heretic Hunters”, incluso podemos añadir “Sainted by the Storm”, que fue un sencillo publicado en 2022; y todas fueron perfectamente bien recibidas, igual que: “Amen & Attack”, “Armata Strigoi” y “Sanctified With Dynamite”, todas éstas con más de diez años de antigüedad.

Muy pocas son las bandas que consiguen lanzar un nuevo álbum y cautivar al público con el mismo entusiasmo de sus primeras obras. POWERWOLF lo consigue a la perfección, con una naturalidad totalmente inalcanzable para otras agrupaciones más longevas (como GAMMA RAY, cuando existía).

POWERWOLF: miembro de la actual Sagrada Trinidad del Power

El concierto finalizó con una última intervención de Attila, quien, como si estuviera en plena misa cantando un salmo, anunció que era la pieza final; así que dividió al público en dos mitades y organizó el grito de guerra que ornamenta los versos de “Werewolves of Armenia”.

Así se terminó un concierto perfecto; sin teloneros, empezando a las 8pm y acabando a las 10pm; con todos los boletos agotados, con un setlist de ensueño y un sonido decente que permitió a la banda brillar en todo su esplendor.

Queda claro que, hoy por hoy, POWERWOLF es una de las bandas que forma parte de esa Sagrada Trinidad que rige hoy en día el Power a nivel mundial (las otras dos son AVANTASIA y SABATON, aunque sus conciertos sean 45% playback).

Ojalá que esta asombrosa racha dure por muchísimo tiempo más.

Setlist POWERWOLF – LATIN AMERICA CRUSADE 2025 | Auditorio BB | Miércoles 23 de abril de 2025

  1. Bless ‘em With the Blade
  2. Incense & Iron
  3. Army of the Night
  4. Sinners of the Seven Seas
  5. Amen & Attack
  6. Dancing With the Dead
  7. Armata Strigoi
  8. 1589
  9. Demons Are a Girl’s Best Friend
  10. Stossgebet
  11. Fire and Forgive
  12. We Don’t Wanna Be No Saints
  13. Alive or Undead
  14. Heretic Hunters
  15. Sainted by the Storm
  16. Blood for Blood (Faoladh)

Encore

  1. Sanctified With Dynamite
  2. We Drink Your Blood
  3. Werewolves of Armenia