STARBLIND es una banda de Estocolmo, Suecia que el último día de julio lanzó su nuevo álbum titulado: Black Bubbling Ooze (2020); el ya cuarto trabajo de su discografía.
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El nombre del álbum es un guiño a su disco debut: Darkest Horrors (2014), específicamente la canción: At the Mountain of Madness, cuya letra incluye esa frase.
Una de las cosas que más maravillan de STARBLIND es que mantienen vivo el sonido que IRON MAIDEN dejó de interpretar hace lustros, pero sin llegar al plagio.
Ya habíamos escrito sobre esta banda en HeavyRiff No.38, en aquel entonces dijimos que su segundo disco: Dying Son (2015), nos recordó a los tiempos del Seventh Son of a Seventh Son (1988).
De hecho, basta con escuchar la canción previamente referida, At the Mountain of Madness, para sentir que estamos ante The Loneliness Of The Long Distance Runner.
Black Bubbling Ooze no es la excepción; hay piezas como The young man que nos hacen revivir los primeros compases de Only the good die young, por ejemplo.
Incluso la mezcla privilegia el sonido del bajo, aunque con un timbre distinto al de Steve Harris. Daniel Tillberg es el encargado de dicho instrumento, pero lejos está de conseguir las majestuosas líneas del León Británico.
Las guitarras de Björn Rosenblad y Johan «J.J» Jonasson se embonan a la perfección; abundan pasajes melódicos en muchas canciones donde ambos se suman al unísono con mucho éxito.
Ejemplo de lo anterior son las piezas The Man of the Crowd o Here I Am, una de las primeras piezas que dejaron escuchar de este álbum y del que hicieron un video.
De hecho, ese video fue realizado sin que ningún miembro de la banda interactuara entre sí debido a la sana distancia.
En dicho video vemos una de las mejores características de STARBLIND: la combinación de sencillez y honestidad.
No es una banda que busque crear algo nuevo, ni mucho menos reinventar la rueda; ellos saben que quieren tocar Heavy Metal y lo hacen sin ninguna pretensión.
Su proceso de producción se aleja por completo de lo ostentoso; sus canciones son producto de una sola toma, sin ediciones ni retoques, lo que se percibe en el espíritu de su música.
Black Bubbling Ooze es el segundo álbum con Marcus S. Olkerud en la voz, el único miembro que han cambiado desde que la banda se creó hace siete años.
A diferencia de Never Seen Again (2017), donde llegó con gran parte de las canciones realizadas, en esta ocasión Marcus tuvo oportunidad de empezar desde cero.
Su llegada ha significado un avance notable en la cohesión de los miembros y así lo han sentido ellos, es por esa razón que decidieron regrabar dos canciones de antaño.
At the Mountain of Madness y Crystal Tears, ambas de su disco debut, fueron las piezas seleccionadas para demostrar el avance que ha tenido la agrupación y se nota con creces.
Marcus S. Olkerud es un vocalista completo, con un timbre un poco más alto que el de su antecesor, Mike Stark; remata a la perfección con agudos al final de los versos, sin abusar de los agudos.
Es bueno saber que, a pesar de que bandas como IRON MAIDEN han decidido “evolucionar” y dejar de hacer lo que los hizo grandes, todavía existen agrupaciones como STARBLIND.
En este cuarto disco se han mantenido auténticos y fieles a un estilo que para nada es innovador, pero sí muy atractivo para los fanáticos del Heavy Metal.