STRIKER ha lanzado su tercer álbum en tres años y el sexto en su discografía: Play to win (2018), un título que revela mucho sobre el proceso compositivo que adoptaron para esta entrega.

La banda ha venido tomado nota de cuáles canciones prendían más al público y comenzaron un análisis para dirigir su siguiente disco hacia esa dirección y el resultado es: Play to win, que puede interpretarse como “jugar para ganar” o “tocar para ganar”.

Play to win: componer canciones para ganar

STRIKER retomó ideas que se remontan a los tiempos de Stand in the Fire (2018), puliendo ideas que por alguna razón no llegaron a cristalizarse en aquel entonces y que ahora, con una nueva perspectiva, se complementó muy bien con las nuevas ideas.

Acaban de tener su gira más importante hasta ahora por Estados Unidos, al lado de UNLEASH THE ARCHERS y HELION PRIME, con varias fechas totalmente vendidas y un gran recibimiento. Ahora STRIKER se prepara para su quinceava gira por Europa, al lado de SKULL FIST.

El caso de STRIKER es muy extraño; a pesar de los constantes cambios en su alineación, hablamos de una de las bandas más estables de la última década.

Existe una base sólida en esta argupación que les ha permitido crear su propia disquera Record Breaking Records y lanzar su obra aun cuando a la formación parecía estar incompleta.

Podríamos decir que el núcleo de la banda descansa en Dan Leary (voz) y Chris Segger (guitarra), un dúo tan bien llevado que hasta en las canciones se complementan muy bien como en la pieza Heart of Lies, rematando cada verso de Leary con un lick de Segger.

Una de las características más grandes de Play to Win son las guitarras marca de la casa, armonizándose cada que pueden tanto en introducciones, puentes e incluso siendo base de estribillos, como en Position of Power.

Uno de los pasajes más altos de las guitarras la escuchamos en On the run, una pieza que nuevamente no necesita ir a mil por hora para asombrar pues la unión de ambas guitarras generan momentos increíbles que en vivo seguramente iluminarán.

Dan Cleary, ¿la mejor voz de la NWOTHM?

STRIKER ha hecho a un lado la devastadora velocidad de sus primeros discos en aras de generar piezas más melódicas y Heavys, con medios tiempos que viven gracias a las grandes líneas melódicas de Dan Cleary.

Dan Cleary es hoy en día la mejor voz de toda esa nueva camada de bandas Heavys nacidas hace diez años, pues los que estaban por encima de él ya no cantan igual.

Es el único que canta exactamente igual desde su debut. Ni Olof Wikstrand (de ENFORCER) ni Jackie Slaughter (de SKULL FIST) pudieron superar la prueba del tiempo y debieron bajar sus tonos.

Sólo había dos voces por encima de Leary: Stephan «Heiko» Dietrich de ALPHA TIGER y Rickard Sviestins de STEELWING, pero ambas bandas hoy en día ya no existen.

Así es que sólo nos queda STRIKER, la única banda que ha podido soportar los embates del tiempo. Aunque sí ha cambiado de alineación, la voz Dan Leary se mantiene como el único estandarte de aquellos tiempos en los que se hablaba de una nueva oleada de bandas de Heavy Metal.

El disco termina con Hands of time, una canción que ejemplifica el constante empuje de la banda por tratar de componer piezas diferentes, en este caso una balada que aun mantiene sus ingredientes pero suena completamente diferente a las primeras piezas del disco.

Es por los tantos matices que ofrece STRIKER en Play to Win (e incluso desde el disco pasado) que hoy en día es sin lugar a dudas la mejor banda de esa oleada nacida diez años atrás.