Reseñas

Mi Tierra Festival Fest 2024 Foro El Mictlán | CRÓNICA

Esta entrada habla de: Conciertos metal mexicano

Se llevó a cabo MI TIERRA FESTIVAL FEST, en el FORO EL MICTLÁN, el viernes 23 de noviembre, cuyo principal atractivo fue la participación de la banda de Power, ALADIAH.

El cartel fue complementado por VALKNOT, KEPLER; MITHRANDUR, LORD REPTIL OF METAL y ANGEL DE METAL.

MI TIERRA FESTIVAL FEST: Iniciemos con un prólogo.

MI TIERRA FESTIVAL FEST tenía un precio de 150 pesos en preventa y 200 el día del evento.

Yo fui con toda la intención de pagar mi boleto, ¡pero nadie me cobró! Cuando llegué, vi en la entrada del recinto a una persona y me acerqué a preguntarle: “¿a quién le pago el cover?”, pero se me quedó viendo como si su consciencia me escuchara desde otra galaxia.

Entendí que se encontraba bajo los influjos de alguna sustancia, así que, en un acto de ayuda, le pregunté: “¿pregunto allá arriba?”, y sólo movió su cabeza tratando de decir que sí.

Al subir las estrechas escaleras del FORO EL MICTLÁN, vi una mesa con algunas personas departiendo; pensé que ellos recibirían el dinero, y seguramente sí, porque todos vestían una misma playera que decía “Staff”, especialmente confeccionada para todos los que formaban parte de la organización, pero al momento de entrar nadie me pidió nada. Sólo entré así sin más.

Fin del prólogo.

MITHRANDUR debuta en la escena capitalina

Debido a compromisos laborales, este tecleador pudo llegar a partir de la participación de MITHRANDUR.

La verdad sí tenía muchas ganas de escuchar a todas las bandas, pero no fue posible, así que esta reseña será a partir de ese momento.

Eran como las 9 de la noche y el recinto se percibía con menos de 100 personas, lo que no llenaba ni una tercera parte del inmueble.

Sabido es que la escena Power en la capital está en crisis; sus bandas casi no se presentan y, cuando lo hacen, casi no hay personas. Desafortunadamente este fue el caso.

Por lo que dejaba saber el vocalista de MITHRANDUR, la banda estaba haciendo su debut esa misma noche.

Aun cuando su presencia escénica denotaba que era su primera vez en el escenario, todos los miembros se desenvolvieron muy bien.

En ocasiones el vocalista se perdió y no supo cuándo seguir cantando, sin embargo, eso no disminuyó la muy buena energía que MITHRANDUR ofreció en el escenario.

Su estilo es muy variopinto, pues en ocasiones parece que escuchamos un Power de alta velocidad, para después cambiar a estructuras más sencillas que el mismo vocalista tildó de “japi-ponk” (¡!).

Un detalle importante es que su tecladista también hacía las veces de bajista; tal vez en el futuro se hagan de un nuevo miembro o quizá el mismo músico adquiera un rol tipo GEDDY LEE (guardando proporciones).

Para ser su debut, MITHRANDUR dio un gran paso hacia adelante. Será muy interesante atestiguar el desarrollo de esta agrupación con el paso del tiempo.

Tristemente, tan pronto MITHRANDUR dejó el recinto, también lo hicieron las amistades de esta banda que habían ido a atestiguar su debut.

No es que exista un manual de buen comportamiento entre bandas, pero no deja de ser un tanto cuanto triste ver cómo las agrupaciones sólo esperan su turno para tocar y acto seguido se retiran.

Aunque es entendible por una gran cantidad de factores, esta práctica debería ser puesta a discusión por las agrupaciones para que consideren la posibilidad de ver a sus demás colegas. Al menos eso disminuiría la desolación que genera un evento al que casi no va gente.

LORD REPTIL OF METAL el mosh pit que nunca se armó

Después fue momento de LORD REPTIL OF METAL, una banda de Heavy nacida hace dos años.Es un cuarteto de bajo, guitarra, batería y voz.  Ignoro si ya lanzaron algún material.

La banda es comandada por una vocalista fémina de enorme presencia escénica. Su voz es aguerrida y ejecuta agudos impresionantes.

Durante su presentación, un miembro del staff se puso una botarga de dinosaurio, que más tarde me enteré que se llamaba: Chispitas (es decir, así se llama la botarga).

La intención era prender a la gente y fomentar un sano y entretenido slam, sin embargo, de las escasas 40 personas que ahí quedaban, sólo seis matearon con él.

No los culpo. Contrario a lo que uno podría haber esperado, las canciones de LORD REPTIL OF METAL eran más baladescas y casi no se prestaban al ambiente que proponía el dinosaurio.

Tristemente, la última canción de la banda fue la más vertiginosa de todas, pero las fallas de audio mermaron por completo el brillo de dicha composición.

Al final se pudo ver con total claridad el enojo de la vocalista, en cuyos labios se podía leer: “¡no manches!”, quejándose de la mala calidad de audio. A lo que su compañero guitarrista le respondió: “pues ese pendejo de allá arriba”, señalando al encargado de audio esa noche.

El FORO EL MICTLÁN tiene una pequeña cabina ubicada en lo alto del recinto al que se asciende por medio de una escalera de aluminio pegada en la pared.

Desde ahí el encargado de audio intentó manejar los niveles de volumen para poder ofrecer claridad en los instrumentos; pero la mayoría de las veces es una misión incumplida, tal y como le pasó a LORD REPTIL OF METAL.

ÁNGEL DE METAL combatiendo en la desolación

Llegó el turno de unos verdaderos veteranos de la escena metropolitana: ÁNGEL DE METAL, comandados por MIGUEL ÁNGEL PÉREZ, uno de esos personajes que sorprende por su resistencia a tantos años tocando en lugares semivacíos y hacerlo con la misma pasión y entusiasmo de aquel que interpreta ante un escenario con público.

Este tecleador recuerda haber atestiguado con anterioridad unas cuatro presentaciones de ÁNGEL DE METAL, y aunque en todas hubo muy poca gente, la actitud del frontman siempre fue de entusiasmo y entrega.

Definitivamente hay mucho que aprender ahí.

Antes de iniciar su presentación, el mismo Ángel le cantó Las Mañanitas al bajista de LORD REPTIL OF METAL, lo que fue secundado por la mayoría de los que aún seguían ahí.

A diferencia de las dos bandas previas, ÁNGEL DE METAL sí hizo prueba de sonido; lo que repercutió enormemente en la claridad de su presentación. Menos de diez personas estaban frente al escenario coreando sus canciones.

Resulta enigmático ver una imagen así y preguntarse: ¿en serio? ¿a una banda de casi 30 años de trayectoria sólo le alcanza para tocar ante 10 fanáticos?

Probablemente la historia sea diferente en otros recintos, sobre todo en el Estado de México, pero lo que sucede en Ciudad de México sí es alarmante.

Como la noche ya estaba medianamente avanzada (pasaban de las 11pm), varias personas comenzaron a fumar, sin que nadie les dijera nada. Esto provocó que el lugar se llenara de cerillos.

Cuando ÁNGEL DE METAL terminó su presentación, sólo quedaban 20 personas, de las cuales la gran mayoría eran staff y miembros de la banda estelar.

Era curioso cómo, después de la participación de cada banda, el promotor les regalaba un paquete de seis cervezas.

No sé si era una paga o era un agradecimiento, pero sí era un excelente detalle que ninguna banda rechazó.

Tocar al final: la maldición que acecha los toquines en CDMX

Al parecer nadie le advirtió a ALADIAH que, lejos de ser un privilegio, es una maldición ser la banda estelar en un toquín organizado en Ciudad de México, por la sencilla razón de que nunca quedan personas ante las cuales poder compartir música.

Esta vez no fue la excepción.

Lo que ocurrió después fue una de las más grandes tragedias en las que actualmente se hunde el Power Metal Mexicano, especialmente en la capital del país.

Desde la primera canción ALADIAH dio lo que, sin lugar a dudas, podemos colocar como una de las mejores presentaciones de Power que ha habido en el under capitalino en todo el año.

Esto no es exagerar. Este tecleador no recuerda en la capital otras presentaciones de bandas eminentemente Power durante todo 2024. Y si las hubo, podemos debatir con plena seguridad que no tuvieron el brillo de ésta.

Expliquemos por qué.

Si de algo adolecen las bandas en general cuando tocan en recintos subterráneos, es de un audio que se encarga de destruir los matices de sus instrumentos y la composición en su conjunto porque todo se reduce a una enorme plasta de distorsión.

Esto ocurre especialmente con las bandas de Power, un género basado en armonías y voces limpias que exigen a un verdadero cirujano del audio para poder sacar a flote una presentación de esas características.

Pues teniendo todo en contra, la presentación de ALADIAH fue un verdadero deleite por el simple hecho de que todos los instrumentos (hasta el siempre olvidado bajo) se escucharon.

El teclado brilló; las armonizaciones de las guitarras se percibieron perfectamente; incluso las que hacían con el teclado.

La devastadora batería sonó muy bien y la voz de ALEJANDRO VISCONTI se percibió sin problema, aun cuando éste pedía que le subieran a los monitores.

Este tecleador tuvo el gusto de escuchar su álbum debut: EL REINO DE LOS OLVIDADOS (2024) a inicios de abril, cuando fue lanzado, pero tristemente no se dio la oportunidad de escribir una reseña, cuando lo merecía y por mucho.

No obstante, basta decir que en muy pocas ocasiones una banda de Power consigue plasmar en los escenarios del mundo subterráneo lo que ofrece en el álbum.

Generalmente la calidad no es la misma pues, por problemas de audio, el brillo y contundencia de sus canciones termina muriendo.

Pero esa noche ALADIAH lo superó.

Y todo ocurrió únicamente frente a un reducido público conformado por el staff y algunos miembros de las dos últimas bandas que decidieron quedarse.

Es una verdadera tristeza que una presentación que mereció quedarse en los registros de la escena Power capitalina como una de las mejores del año (si no es que la mejor), terminó sonando ante nadie.

Supongo que es aquí donde adquiere cierto valor testimonial las palabras que tecleadores como yo redactamos. Para dar fe que, en algún punto del espacio perdido en el tiempo, una banda de Power Metal Mexicano viajó desde su natal Chihuahua a la capital del país para dar una de las mejores manifestaciones de Power que se han visto en mucho tiempo.

Dos factores se combinaron esa noche: un audio milagrosamente atinado y una banda en verdadero estado de gracia, técnicamente hablando.

La química que guardan sus dos guitarristas (EDUARDO SANTANA y EDDIE NOCHE) es impresionante; y la forma en la que convergen con su tecladista habla de un trabajo constante en los ensayos.

Por si fuera poco, no sólo brindan un trabajo técnicamente pulido, sino que también son capaces de transmitir la alegría con la que están tocando; se nota que lo disfrutan y uno como fanático del género no sólo lo percbe, sino que se vuelve parte de esa misma energía.

Muy pocas bandas consiguen eso. La mayoría se sube al escenario y se queda mirando su instrumento, como si subiera a cumplir con una chamba, esperando el momento de bajar y olvidarse de que aquello ocurrió.

La presencia escénica de ALEJANDRO VISCONTI es la un verdadero frontman. Se le nota desde el primer segundo en que uno logra distinguir su mirada.

Posee esa mirada determinada de quien se toma su labor en serio y es plenamente consciente del inmenso poder que guardan las canciones que está a punto de interpretar.

Técnicamente aún tiene algunos detalles que pulir. Recuerdo cuando escuché por primera vez su canción “Últimos Días” y me tomó por sorpresa el estribillo. Parece que intenta cantar más agudo de lo que su voz es capaz de ofrecer. Se percibe muy forzado el timbre y por un momento pensé que así sonaría el resto del álbum. Sin embargo, en el resto de piezas la voz sonó muchísimo mejor.

No sé con qué sabor de boca se pudieron quedar todos y cada uno de los miembros de la banda. Pero ojalá que la nula afluencia de fanáticos no merme ese fuego sagrado que brilló con muchísima fuerza aquella noche. Eso sí sería la culminación de la tragedia.

ALADIAH se despidió, pero las 10 personas que tenían en frente les pedían otra canción y, como toda banda entregada a su público, se permitieron bisar con la misma entrega y energía brindada desde el inicio de su presentación.

Por si fuera poco, la agrupación se dio la oportunidad de estrenar dos canciones de lo que será su nuevo álbum. Ambas piezas fueron: “Más allá del norte” y “Berserker” (supongo que así se escribe).

La banda se despidió agradeciendo “a los que decidieron quedarse” (palabras del gran Visconti) y se tomó una fotografía que quedará marcada como el testimonio de una histórica presentación capitalina de Power Metal Mexicano que nadie fue a ver.

Al día siguiente la banda se presentó en el Festimetal Santa Catarina. Ojalá les haya ido mucho mejor ahí en cuanto a asistencia, porque definitivamente es una banda que no merece presentarse en eventos con nula convocatoria.

A la organización no se le puede culpar. Hizo una labor de promoción por encima del promedio (así fue como me enteré del evento). Y, con sus pequeños detalles, lograron respetar los horarios hasta donde les fue posible. Quizá el recinto pudo jugar en contra (pues está en medio de un barrio pesado como lo es la Doctores), pero nada que un amante de la escena subterránea no pueda pisar. Aquí debemos señalar a una fanaticada proverbialmente apática que nunca ha querido escuchar el increíble talento que nace en su propia tierra.