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Reseña del álbum debut de Metrika: Fuerza y Sangre
Metrika es una banda de San Sebastián, Puerto Rico nacida en 2018 y que a mediados de enero lanzó su disco debut titulado: Fuerza y Sangre, una opus que sorprende por la calidad de su sonido, convirtiéndose en el primer gran trabajo que ofrece la región en cuanto a heavy metal se refiere.
Basta una sola escucha de Fuerza y Sangre para entender que estamos ante un clásico instantáneo del heavy metal latinoamericano. Es un álbum que brilla por donde se le quiera ver: producción, composición, ejecución, nivel técnico, letras; tiene absolutamente todo.
Su música ofrece un heavy metal directo, alejándose de la corriente del heavy tradicional y acercándose más a una vena que llegaron a estilar bandas como Alebrije y Ángeles del Infierno, pero con un nivel técnico mayúsculo.
Uno de los primeros aspectos que resalta en Fuerza y Sangre es la producción de las guitarras; el efecto de su distorsión es excelente, permite apreciar toda su contundencia, pero al mismo tiempo tienen el brillo suficiente para identificar la duración de cada nota en los riffs.
Esto nos permite escuchar con mayor claridad el buen nivel compositivo de la banda, cuyo rango es muy amplio. Basta escuchar la balada Esta vez, donde consiguen un balance entre las distorsiones y los medios tiempos que es muy complicado de conseguir si no se tiene un dominio total de los recursos musicales.
Otro gran destello es Sembrando Terror, cuya introducción deja escuchar unas guitarras armonizadas que nos hacen pensar que estamos ante una producción Europea; pero no, es metal en español nacido de El Caribe.
Ron Scott Mendford es el Halford caribeño
En la voz tenemos a quien se hace llamar Ron Scott Mendford (Ronald Méndez Alemañy) un vocalista cuyo timbre recuerda mucho al del mexicano Javier Hernández (Xyster, Eternal Secret, Argus) por la forma aguda en la que canta y sobre todo por los falsetes que mete en su interpretación.
La diferencia es que Metrika también tiene a Flavio Díaz, encargado de tocar el bajo pero también interpretar guturales. Dicho recurso no queda fuera de lugar e incluso es uno de los elementos que le da a Metrika una personalidad perfectamente definida.
El álbum ofrece diferentes momentos y estilos a lo largo de sus diez piezas, siendo Repulsión Represión uno de los cortes que mejor ilustran varios elementos de Metrika. Estamos ante una obra con genes Thrash, Speed y Heavy, que nos recuerdan a la mismísima Painkiller (la canción) no sólo por la contundencia y velocidad sino por la increíble voz de Menford.
El trabajo de guitarras está a cargo de Melvin Pérez y Pedro Candelaria, una mancuerna que se supo acoplar a la perfección y se nota en cada pieza del álbum. Aunque cada uno maneja un estilo propio, se les puede escuchar pasajes tanto groove como atresillados sin ningún problema de ejecución.
Mano del poder es la muestra perfecta de lo anterior; una pieza que inicia con algunos compases groove, pero que en sus estrofas comienza a lanzar rayos de riffs e incluso ofrece un increíble interludio por ahí del 2:25 donde debes ser un cadáver para no querer matear.
Adnoris Badea también merece una mención especial, su batería también es una de las grandes culpables de que este álbum brille de principio a fin. La introducción de Mentes Asesinas nos permite ver que domina a la perfección el doble pedal.
Todos estos elementos hace de Fuerza y Sangre un álbum que se disfruta de principio a fin sin ningún problema; cada canción tiene algo que ofrecer, algún riff, algún estribillo o impactantes líneas de voz. Metrika es toda una revelación del heavy metal caribeño.
Tres canciones que debes escuchar de Fuerza y Sangre de Metrika
Sembrado el Terror: la pieza combina los mejores elementos del heavy/power; inicia con una melodía de guitarras armonizadas y los versos se desenvuelven junto con un riff muy interesante. Además la estructura tiene un excelente puente que antecede el estribillo.
Repulsión Represión: La pieza está acompañada por lo que parece ser un conjunto de cuerdas, o un arreglo de teclado, que le da una dimensión muy interesante a la composición. Además, puede ser la pieza más atascada del álbum en cuanto a voz, donde Mendford lleva sus cuerdas vocales al límite.
Muertos: Esta pieza inicia con un magnífico pasaje donde Mendford interpreta una asombrosa melodía acompañada por un conjunto de cuerdas. La estructura es de las mejor logradas en todo el álbum, con un cambio donde las guitarras se armonizan previo al precoro. Gran muestra de destreza compositiva.