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Reseña del álbum The Poisoner de White Crone
White Crone es el proyecto de Lisa Mann, una compositora con una amplia carrera independiente en el campo del blues. Fue después de escuchar a Ghost que Mann se dio cuenta que podía componer heavy sin necesidad de ceñirse a regla alguna, incorporando diversos elementos.
El resultado de este descubrimiento fue: The Poisoner (2020), álbum que vio la luz en febrero del año pasado y que fue lanzado de manera independiente por Lisa Mann. El redondo es muy interesante tanto por su sonido como por la forma en que fue concebido.
No es el primer acercamiento de Lisa Mann con el género; hace nueve años participó en el proyecto Cry for Eden, donde se encargó de cantar e incluso lanzó el álbum: The 11th Hour, ahí compartió créditos con el baterista Larry London, quien también participa en The Poisoner.
Por cierto, el álbum también contó con la colaboración de Vinny Appice en la batería en la pieza titulada Under Hag Stones. Mann ya había colaborado con Appice con sus proyectos de blues, por lo que decidió contactarlo para este álbum y aceptó.
Lisa Mann, aprendiendo a tocar guitarra
Originalmente Lisa Mann es bajista, el bajo es su principal instrumento, sin embargo, para The Poisoner, la intérprete se dio a la tarea de aprender a tocar guitarra viendo videos en YouTube; esto hace que el álbum destaque no tanto por la técnica sino por la calidad compositiva.
The Poisoner es un álbum que va de menos a más; su primera pieza titulada The Dream of Tiamat está basada en un riff básico que no ayuda a ser la mejor carta introductoria. Es la voz de Mann lo que nos demuestra de inmediato su talento y es el gancho que nos hace seguir escuchando.
Estamos ante una intérprete en uso pleno de sus propios recursos no sólo vocales sino también compositivos, lo anterior se nota a plenitud en las piezas instrumentales: Interment y Melancholia, donde escuchamos la verdadera dimensión de una intérprete del bajo; no un simple bajista rutinario.
White Crone y su enorme versatilidad
Un ejemplo muy interesante de cómo la versatilidad de su música funciona en varios niveles es el cover que hizo de la canción de Venom: The Seven Gates of Hell. En un viaje a Londres, Mann se llevó un compilatorio de la banda y al escuchar esa canción pensó lo genial que sería si fuera interpretada por Dio, lo que la motivó a hacer una versión de la misma.
Otro aspecto interesante es la labor que realizó Lisa Mann para difundir su obra. Al conocer el terreno del blues, pensó que sería fácil promocionar The Poisoner, sin embargo, se dio cuenta que tenía que empezar de ceros, por lo que comenzó a picar piedra con un relativo éxito subterráneo.
Después de lanzar su álbum, Lisa Mann continuó en el terreno del blues y presentó en octubre del año pasado su sencillo: Old Girl, no obstante, la misma Mann ha dicho que planea continuar White Crone lanzando un segundo álbum.
The Poisoner es un proyecto muy interesante tanto por el sonido que ofrece como por la forma en la que demuestra el impulso creativo de Lisa Mann; muchos otros músicos del género bien podrían seguir su ejemplo, sobre todo en la promoción de su propia música.
Tres canciones que debes escuchar de The Poisoner de White Crone
The Poisoner: Una de las más grandes influencias de Lisa Mann es Ronnie James Dio, algo que se puede percibir con total plenitud en esta pieza, cuyas estrofas son interpretadas en la misma vena técnica de Dio. Además, la introducción presenta unos arreglos de guitarra muy interesantes que nos hablan del mérito compositivo que Mann alcanzó con el instrumento.
New Planet Earth: Es una maravilla; la línea de bajo pone en evidencia que estamos ante una verdadera intérprete de dicho instrumento. La estructura de la pieza también es un claro reflejo de su influencia nacida de Iron Maiden. La canción es un testimonio de una compositora mezclando con éxito los recursos de sus géneros favoritos sin dejar de ofrecer algo propio.
Interment y Melancholia: Ambas piezas instrumentales nos demuestran el enorme rango de posibilidades que el bajo le puede ofrecer al género y que tantas bandas prefieren simplemente desperdiciar. En esas piezas Lisa Mann hace una increíble exploración del instrumento.